Estás convencido.
Tú también quieres probar la experiencia de viajar en furgoneta, pero no tienes claro qué te conviene más: si alquilar o comprar una cámper.
Ya sea porque tienes amigos con furgoneta propia, por los viajeros que sigues en Instagram o porque te han inspirado películas como Hacia Rutas Salvajes, Captain Fantastic o Expedition Happines, la cuestión es que te has decidido a dar ese paso y a probar esa nueva forma de libertad de la que todos hablan.
Pero claro una cosa es decidirse y otra muy distinta es saber por dónde empezar.
Por eso no es de extrañar que la primera duda que te surge es si debes alquilar una furgoneta o comprar una propia.
Y, puesto que sabemos que no es una decisión fácil y que hay muchas cosas que se deben considerar, hemos reunido en este post los aspectos más importantes a tener en cuenta para evaluar qué opción es preferible en cada caso.
Valora primero tu experiencia para saber si alquilar o comprar una cámper
Lo primero que debes de considerar a la hora de decidirte entre comprar y alquilar es tu experiencia propia.
Y es que, aunque todo parezca idílico en las fotografías de Internet, la verdad es que viajar en furgoneta no es para todo el mundo. Vivir en un espacio pequeño no es fácil y algunas personas no son capaces de prescindir de ciertas comodidades que no encontrarás en una furgoneta.
Si nunca antes has viajado en cámper o tu experiencia es limitada entonces te recomendamos alquilar antes de aventurarte a comprar una.
De esta manera no solo puedes comprobar si esta forma de viajar es para ti, sino que podrás hacerte una idea mejor de qué tipo de furgoneta comprar en un futuro.
Alquilar una furgoneta durante un tiempo te permite, por un lado, probar el vehículo en sí (motor, seguridad, conducción…) y, además, hacerte una idea de tus necesidades respecto a las opciones de camperización:
- cuánto espacio necesitas;
- si quieres incluir un baño en ella o puedes vivir sin él;
- cuánta altura debe tener;
- qué tipo de diseño interior te gusta, etc.
Estima qué uso le vas a dar

La siguiente pregunta que debes hacerte es no solo qué uso real vas a darle a tu furgoneta cámper, sino también cuánto.
Comprar una furgoneta supone una inversión considerable, por lo que si estás pensando en darle un uso puntual, para viajar solamente en determinadas ocasiones al año, igual deberías pensártelo dos veces.
El boom que las furgonetas han recibido en los últimos años ha hecho que aumente su demanda provocando un aumento en los precios.
De manera que comprar una furgoneta estos días supone un gasto más elevado que hace unos años (incluso para casos de segunda mano), aunque todo depende del modelo y el tipo que busques.
Además del coste de la furgoneta, debes tener en cuenta una serie de gastos:
- Modificaciones que realices (camperización).
- Seguros.
- Mantenimiento.
- Impuestos de circulación.
- Reparaciones.
- Y, dependiendo de donde vivas, plaza de parking.
Estos gastos son periódicos. Es decir, tienes que ir afrontándolos de forma continua desde que adquieres la furgoneta.
Si quieres que la inversión final compense…
Dale a tu furgoneta un uso constante durante varios años.
Es por ello que la adquisición de una cámper es algo recomendable para aquellas personas que tienen espíritu errante, sin ataduras a ningún sitio físico y con un trabajo que les permite moverse constantemente.
Tener una furgoneta no debería ser un capricho, sino una necesidad para tu estilo de vida. Por el contrario, te compensa más alquilarla:
- Si estás atado a un lugar por cuestiones personales o profesionales y solo dispones de un par de meses al año de vacaciones.
- Si vives en una ciudad grande donde es poco conveniente tener un vehículo de dimensiones grandes donde además puede que necesites una plaza de parking.
- Si quieres la furgoneta únicamente para escapadas puntuales.
- Incluso si te estás planteando vivir un tiempo en la furgoneta, pero solamente a corto plazo.
Valora el “rompecabezas” de la camperización

En referencia al apartado anterior puede que ahora estés pensando que si encuentras una furgoneta barata que tú mismo puedas camperizar igual sí que te compensa comprar una.
Pero camperizar una furgoneta hoy en día no es tan sencillo como puede parecer.
Imagina que has encontrado una ganga.
Una furgoneta que es exactamente lo que estabas buscando y encima tirada de precio.
En tu cabeza ya te has puesto en modo construcción y te imaginas un resultado aún mejor que las casitas enanas de Ikea.
Bueno, pues como te imaginas para llegar ahí hace falta pasar por distintas fases.
Y no todo el mundo puede hacerlo.
De hecho, antes de que te lances a ello sin reflexionarlo debes tener en cuenta que el proceso de camperización cada año se complica más por la necesidad de homologar los cambios que realices.
Por tanto…
Si camperizas, homologa
La mayor parte de reformas que se hacen en la camperización deben ser homologadas.
Homologar significa legalizar las modificaciones que hagas en tu furgoneta y de esta forma ahorrar complicaciones con la ITV.
Si el interior de tu furgoneta no está homologado como es debido te arriesgas a una multa, a tener que desmontarlo todo para pasar la ITV e incluso a problemas mayores si te ves envuelto en un accidente de tráfico.
Camperizar una furgoneta puede ser un proceso largo y complejo
Hay que aislarla térmicamente, panelarla, hacer la instalación eléctrica, construir y atornillar los muebles, instalar sistemas de ventilación, etc.
La homologación de estas reformas hace que el proceso se complique más aún, ya que tendrás que conseguir una serie de documentos que solo determinados profesionales pueden expedir:
- Proyecto técnico.
- Certificado de dirección final de obra.
- Certificado de taller.
- Informe de conformidad del fabricante del vehículo.
- Boletín de electricidad.
- Boletín de gas.
Además, debes pagar una cierta cantidad para cada uno de ellos y proporcionar detalles precisos de todos los cambios que has realizado para poder obtener dichos documentos.
Camperizar vs. comprar furgoneta camperizada
Por cuestiones de precio puedes pensar que camperizar tu propia cámper puede ser muchísimo más barato que comprar una nueva o de segunda mano, pero no debes olvidar que al camperizar una furgo lo que intercambias es tiempo por dinero.
El tiempo que podrías estar usando en generar más dinero, lo estás invirtiendo en construir tu propia cámper.
Por supuesto existen múltiples guías en Internet para ayudarte a camperizar tu furgo.
Pero puede que en ciertos puntos del proceso requieras acudir a talleres más especializados, como es el caso de la instalación eléctrica, hacer los cortes para las ventanas y claraboyas o la instalación de una ducha si quieres baño.
En ese caso tendrás que pagar la mano de obra, además de los materiales. Y no olvides el coste de la homologación.
Como ves no es una tarea para tomársela a la ligera.
Debes ser una persona organizada y metódica, con cierta destreza en bricolaje y manejo de herramientas y además deberás disponer de tiempo y de un espacio que haga las veces de taller.
Si este no es tu caso, te recomendamos adquirir una furgoneta que ya esté camperizada o alquilar una en primer lugar.
Pásate por aquí si necesitas ayuda en la camperización. Nuestros colaboradores pueden hacerlo por ti.
Ventajas de alquilar y comprar una furgoneta cámper

Ya te hemos mostrado los tres principales factores que deberás sopesar para valorar tu caso particular y tomar tu propia decisión.
No obstante, para que tengas absolutamente todo en cuenta y no te dejes nada en el tintero, hemos querido ir un paso más allá y recopilar las ventajas de cada opción para ayudarte en tu decisión.
Ventajas de comprar
Disposición inmediata
Poseer una cámper te da la opción de usarla siempre que la necesites.
Te permite improvisar sobre la marcha y ser espontáneo, ya que la puedes usar para esas escapadas que pueden surgir de un día para otro sin previo aviso.
No tienes que planificar con antelación el viaje ni preocuparte de la disponibilidad de alquiler para tus fechas.
Personalización a tu gusto
Si te decides por la compra de una furgoneta sin camperizar, puedes diseñar su interior a tu medida de forma que se ajuste a tus gustos y necesidades exactas.
Aunque el proceso sea complicado, es innegable la satisfacción que se siente cuando disfrutas de algo que has construido con tus propias manos.
Todo en uno
La mayor ventaja de todas es la posibilidad de poseer un vehículo que haces las veces de medio de transporte y vivienda al mismo tiempo.
Si tu forma de vida te lo permite, puedes encontrar en tu furgoneta un hogar donde vivir a largo plazo que, además, puedes mover a tu antojo para cambiar las vistas desde tu ventana.
Ventajas de alquilar
Coste
Si ahora mismo no te puedes permitir comprar una cámper o si tras meditarlo has llegado a la conclusión de que no la usarías lo suficiente como para que la inversión compense, alquilar una furgoneta es la solución perfecta.
Por un precio más que asequible puedes disfrutar tus vacaciones con la libertad que quieres en una furgoneta de alquiler.
Puedes sentirla cómo si fuera tuya sin tener que pagar por ella cuando no la necesitas.
Cero preocupaciones
Alquilar una furgoneta te ahorra muchos quebraderos de cabeza.
Puedes escoger el mejor modelo en función del tipo de ruta que vas a realizar y el terreno por el que vas a conducir. No tienes que preocuparte de dónde aparcarla cuando no la usas, del mantenimiento de la misma ni de los costes de las averías en caso de que estas ocurran.
Las furgonetas de alquiler suelen incluir la opción de seguro a todo riesgo, por lo que puedes viajar en ella con total tranquilidad.
Además, están equipadas con todo lo que necesitas, así solo tienes que preocuparte de preparar la mochila con la ropa que vas a usar.
Ahorro de tiempo y distancia
Si planeas recorrer una zona que te quede lejos de casa, alquilar una furgoneta en el lugar de destino te permite ahorrarte largas horas de conducción hasta tu punto de partida.
Con ello ahorras tiempo si tu destino está a muchas horas de coche de casa, pero a un tiro de piedra en avión o en tren. Tiempo que puedes invertir directamente en disfrutar de tu viaje.
Además, también ahorras en coste, ya que si consigues una buena oferta, un vuelo te puede salir mucho más barato que la gasolina que necesitas para recorrer largas distancias, tanto en la ida como en la vuelta.
Y tú, ¿qué prefieres, alquilar o comprar una cámper?
Ahora que hemos puesto toda la carne en el asador, solo te queda considerar cada aspecto y decidir qué es lo mejor para ti en estos momentos.
No obstante, recuerda que aunque tu intención final sea adquirir tu propia cámper, el alquiler puede ser el paso previo perfecto para conocer de primera mano qué tipo de furgoneta se adecua a ti.
Cada persona tiene necesidades diferentes y una misma furgoneta puede ofrecer experiencias muy diversas según el caso.
Viajar en pareja, con amigos, en familia, con tu mascota, por la costa, por la montaña, realizando deportes de aventura, pernoctando en solitario en la naturaleza, intercalando campings de pago… las posibilidades son infinitas.
Por ello, cuanto más hayas viajado en furgoneta mejor vas a poder escoger la forma exacta que tiene tu sueño.
Ahora dinos, ¿crees que hay otras ventajas que no hemos nombrado? Empieza compartiendo el artículo (y con él un pedacito de vanlife), y ayuda a que más viajeros descubran qué conviene más, alquilar o comprar una cámper. ❤