¿Quieres salir unos días y no sabes si puedes llevar a tu gato de viaje en la furgoneta cámper? ¿Los gatos están hechos para viajar? ¿Qué tipo de transportín puedes utilizar para que vaya cómodo?

Preguntas como estas (y otras tantas) puede que te ronden en la cabeza si te planteas llevarte a tu gato de viaje sobre ruedas.

Por eso en este artículo queremos resolverte las dudas y que puedas disfrutar de la experiencia o, por el contrario, es mejor que dejes a tu amigo felino en casa tranquilo.

Vamos a verlo.

¿Es sano para un gato viajar en un vehículo?

Es evidente que si estás pensando en viajar con tu gato en furgoneta o autocaravana te preocupe cómo le puede afectar.

Si se puede asustar cuando pongas el vehículo en marcha o si se puede escapar y no volver.

Es normal.

Sabemos que los gatos son algo más reacios a los cambios y mucho más independientes que los perros.

Por eso lo más importante para que sea una experiencia más positiva para el animal es que planifiques, prepares y actúes de forma responsable.

Haciendo las cosas de modo precavido y planeando con antelación puedes evitar muchos sustos y malas experiencias ya en el viaje, de modo que tu amigo felino no decida escaparse porque le asusta el ruido del motor o el movimiento del vehículo.

Recuerda que una buena planificación y organización es fundamental para un viaje de éxito.

¿Puede un gato llegar a adaptarse a viajar?

Encontrarte con un gato intrépido viajero y aventurero de forma natural no es que sea lo más habitual.

Pero también puede adaptarse al viaje.

Esto es muy importante, pues se debe hacer de manera gradual y nunca de hoy para mañana. Tener paciencia y dedicarle tiempo es fundamental para que el animal se acople a los cambios.

Y, sobre todo, que observes cómo se comporta.

Pues de ahí tendrás que sacar conclusiones sobre si ves que responde de manera positiva o supone una experiencia traumática.

Íñigo Mendia, de Viajando Simple, quien lleva muchos años de viaje a cuestas, te cuenta en este artículo su propia experiencia viajando en furgoneta con su gato.

Igualmente, lo hacen Eva y Carlos, de Xino Xano Latino. Puedes seguirlos en su página web o en su cuenta de Instagram.

También va a depender de cada animal en particular y los posibles antecedentes que tenga, ya que no es igual un gato que siempre está en un piso de 45 m² a uno que vive en un chalet en la montaña y se pasa el día trepando árboles.

Como te imaginas, el primero es más reticente a salir al exterior que el segundo.

O incluso un gato que haya sufrido problemas, tanto psicológicos como de salud, a uno que esté completamente sano.

En cualquier caso, tanto si vas a hacer un viaje puntual como si quieres que te acompañe en una aventura sin fecha de retorno, hay ciertos aspectos que debes considerar para tomar una decisión responsable.

Veamos las más importantes.

Qué tener en cuenta cuando viajas con gato (y ser un auténtico viajero)

Aunque ya sepamos que los gatos no son los animales más viajeros y aventureros del mundo por naturaleza, también pueden salir a disfrutar de la naturaleza con la autocaravana o cámper.

Te contamos lo que debes contemplar a la hora de preparar un viaje con tu gato, así como una vez ya estás en carretera.

Antes del viaje

Lleva toda la documentación en regla

Esto es lo primero que debes preparar.

Igual que tú necesitas, como mínimo, el documento de identidad, la tarjeta sanitaria y el carnet de conducir para poder viajar, los animales también requieren de varios documentos legales.

Las vacunas y el chip son obligatorios y deberás tenerlos listos con antelación.

Además, si vas a viajar fuera de España es importante que te asegures de llevar el pasaporte y de averiguar qué trámites te exigen en el país destino.

Acostúmbralo al uso del transportín

La mayoría de los animales necesitan un lugar donde acudir para sentirse seguros en momentos de temores o simplemente por instinto de protección.

Y un transportín es ideal para estas ocasiones.

Pero no todos adoran este elemento, pues les impone bastante por ser algo desconocido para ellos.

Es por ello que debes tomarte un tiempo de adaptación del animal al transportín para que se habitúe a estar seguro en su interior, y que lo vea como su zona de refugio donde está salvaguardado.

Echar mano de algún juguete, mantita o premios suelen ser buenos recursos.

También puedes colocar algún empapador absorbente en su interior por si se estresa en algún momento y se orina.

Asimismo es fundamental que te asegures de que el tipo de transportín que vas a utilizar es el adecuado, ya que influye directamente en el sentimiento de seguridad del gato.

Debes observar si se siente más seguro teniendo visibilidad completa o, por contra, prefiere estar totalmente cubierto, pues en función de esto debes elegir un estilo de transportín más opaco o uno hecho con rejillas.

Prepara la furgoneta o autocaravana para las necesidades del gato

Sea cual sea el vehículo con el que vayas a viajar, el animal debe ir cómodo.

Puedes acomodar el transportín de forma que pueda estar calentito en invierno y fresquito en verano. De lo contrario, no querrá estar dentro del transportín ni siquiera entrar en el vehículo por mucho que te empeñes.

A su vez, el transportín debe permanecer en un lugar firme y amarrado durante la ruta por cuestiones de seguridad y legislación, ya que no puede obstaculizar ni molestar al conductor.

También es importante que tenga a su alcance lo indispensable para hacer sus necesidades. Dispensador de agua y comida, así como el arenero, son básicos para que el animal pueda acceder a ellos cuando lo necesite.

Una recomendación es que le coloques un asiento o hamaca de ventana. Ya sabes que a los gatos les encanta estar en alto (y si tienen visión panorámica mejor).

Además, ten en cuenta factores que le pueden afectar directamente como la temperatura y la seguridad. Por lo que mantener una climatización adecuada para tu gato y mantener el vehículo ordenado sin objetos que le puedan dañar son aspectos a tratar.

Si vas a viajar en invierno pásate por aquí donde te contamos ciertos puntos que debes tener en cuenta.

Introduce a tu gato a los ruidos exteriores

Es uno de los temores de muchos animales, y más aún de los gatos que viven siempre en el interior de una casa.

De ahí que es recomendable que durante el periodo de adaptación realices pequeñas introducciones a los ruidos que pueda temer. Por ejemplo, el ruido del motor de la furgoneta o autocaravana, ya que es algo que le puede asustar si no está acostumbrado.

Evita que coma y beba

Al igual que les pasa a muchos otros animales, comer o beber justo antes de viajar puede producirle vómitos o mareos a tu gato.

Por lo que es conveniente que evites que ingiera cualquier alimento o bebida unas horas antes de ponerte en marcha.

Haz pequeños recorridos al principio

Tanto si es la primera vez que sacas a tu gato de casa como si es su primer viaje en la vanlife, debes garantizar que las primeras rutas sean cortas.

Esto forma parte del período de adaptación.

Al igual que debes facilitar el proceso dejando que explore y se adapte al nuevo entorno con el vehículo parado, realizar rutas cortitas de tan solo unos metros ayuda a que el animal se sienta más seguro.

De esta forma se va familiarizando a estar en movimiento.

Y ya poco a poco puedes ir aumentando la duración del viaje. Eso sí, sin prisas.

Durante el viaje

Haz descansos

Tanto para tu gato como para ti es bueno que hagas paradas de descanso de manera periódica, sobre todo si vas a hacer viajes más largos.

Aprovecha esos momentos para tomar aire fresco, ofrecerle agua y verificar su bienestar general.

Es por ello que debes planificar tu ruta con antelación para evitar imprevistos. Así también compruebas a qué distancia desde tu punto de origen se encuentran los sitios que quieres visitar.

Establece una rutina

Como cualquier animal, un gato necesita de una rutina para no sufrir trastornos de comportamiento.

Es por ello que siguiendo los mismos hábitos diarios le ayuda a entender cuándo se va a poner en movimiento y cuándo toca descansar.

Comprueba su comportamiento

Es otro de los aspectos esenciales a tratar durante la ruta. Ya lo has hecho en el período de adaptación, pero no debes perder de vista este factor mientras viajas.

Y es que analizar cómo actúa tu gato durante la ruta te da muchas pistas sobre si es feliz o no.

Trata de averiguar cómo se siente.

Si lo ves relajado en su transportín o si, al contrario, está inquieto, ya que en función de esto deberás reajustar la distribución para tratar de acomodarlo.

En definitiva…

Llevar a tu gato de viaje en furgoneta cámper o autocaravana no es cualquier cosa.

Es cuestión de responsabilidad.

Ya ves que sí es posible.

Pero teniendo en cuenta muchos factores.

Y eso es lo que debes contemplar y pensar bien con antelación para que sea una experiencia de éxito tanto para ti como para el animal.

Recuerda que cada gato tiene su propio carácter y comportamiento.

Por eso llevar a cabo una buena planificación y organización del viaje cámper es fundamental por todos los motivos que ya hemos visto en este artículo.

Sobre todo para seguir disfrutando de la aventura con tu compañero felino con (mucho) cariño.

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