¿Alguna vez has pensado en hacer las maletas e irte con la casa a cuestas a recorrer el mundo con tu familia?
Sin embargo, hay algo que te frena.
Y es que te suele echar atrás el hecho de que tus hijos no puedan ir a la escuela y se pierdan una parte importante del proceso educativo.
¿Sabías que existe una forma de hacerlo a través del worldschooling?
SÍ, se puede.
Y hoy venimos a contarte en qué consiste este modo de enseñanza para que los más peques de la casa aprendan mientras viajáis juntos en familia.
¡Comenzamos!
Qué es el worldschooling y por qué es la escuela “hecha” para familias independientes viajeras
Si es la primera vez que ves este término puede que te suene a chino. Como también el homeschooling o el unschooling.
Y hasta que te asalten dudas como:
“Pero, a ver… Si los niños tienen que ir a la escuela para aprender y formarse, ¿qué diablos es esto de la escuela viajera?”
“¿De verdad los niños pueden educarse y aprender viajando?”
“¿No van a tener carencias si faltan a clase y no tienen un profesional que les enseñe?”
A ver.
Es normal que te preguntes todo esto.
Pues, pese a que este tipo de enseñanza lleva ya bastante tiempo en modo “on” y en realidad es algo que ya lleva unos cuantos años practicándose por muchas familias nómadas, todavía sigue habiendo desconocimiento al respecto.
Por eso queremos darte una pequeña introducción y que saques tus propias conclusiones.
Pero antes de ir directos al grano, vamos a ver en qué se diferencian todos estos términos que cuestan distinguir al principio.
NOTA:
En España existen regulaciones que hacen posible el homeschooling como práctica siempre que se compruebe la efectividad en la educación del menor. Aun así todavía hay ciertas discrepancias.
Es por ello que en este artículo no vamos a entrar en los temas legales que lo incumben, y tan solo lo tratamos desde un punto de vista informativo.
No sin antes resaltar el hecho de que podemos ver un poco de luz gracias al CIDEAD, el Centro para la Innovación y Desarrollo de la Educación a Distancia del Ministerio de Educación. Puedes consultar la página oficial para informarte más a fondo del funcionamiento de este método en el sistema educativo español.
Worldschooling vs. homeschooling vs. unschooling
Si no tenías ni idea de que hay tantos términos que definen la escuela nómada para niños viajeros, puede que hayamos terminado de confundir.
Pero la realidad es que no son lo mismo exactamente. Así que veamos en qué se diferencian.
Si vas a viajar con niños en autocaravana o furgoneta cámper, pásate por este artículo en el que te damos unos cuantos consejos.

Homeschooling
Es el término más común para referirse al hecho de educar sin tener que ir a una escuela física a tiempo completo.
Dicho de otra forma, se trata del modo “oficial” de nombrar la educación desde casa como alternativa a la habitual.
Se puede identificar como el origen de la educación a distancia, que cada vez es más reconocida a nivel mundial dada la flexibilidad que otorga al estudiante. Reconocimiento que se ha visto incrementado de manera exponencial a raíz de la pandemia Covid-19.
Es evidente que esto conlleva crear una estructura escolar desde la unidad familiar para lograr el éxito en el aprendizaje. Pero de esto te hablamos más abajo.
Unschooling
El concepto en sí fue acuñado hace años por el pedagogo John Holt con el objetivo de ofrecer una libertad más allá de la educación.
Es el más estricto de todos.
Se refiere a educar de forma libre utilizando los recursos que existen tanto en el alrededor como dentro de cada niño.
Dicho en otras palabras, el mundo es quien enseña.
Pero esto no significa que no hayan pautas o un seguimiento en la educación. Ni que se deba renunciar a utilizar los recursos escolares.
Si no más bien a través del unschooling se prescinde de la enseñanza más tradicional y conservadora para abrir paso al despertar de la curiosidad que tiene el niño de manera nativa y se desarrolla a partir de ahí.
Es decir que no se siguen estrictamente los contenidos que se aplican en los colegios tradicionales, aunque sí los aprenden explorando sus intereses particulares.
Worldschooling
Llegamos al término más reciente de todos. Fue ideado por el escritor, viajero y worldschooler Eli Gerzon, quien fue educado con el método unschooling.
Con esta denominación, Gerzon se refiere a la versión más descriptiva de la “educación por el mundo”.
Y, por tanto, la forma general que categoriza al resto.
A través de este método los niños experimentan de manera activa y aprenden del entorno que les rodea: la familia, el hogar, las nuevas amistades, los bosques, los parques de juegos, las ciudades, las actividades…
El mundo en general.
Es así como podemos englobar a las diferentes terminologías y tipologías de educación a distancia que existe actualmente.
Como ves, no es necesario recorrerte el mundo entero con el colegio a la espalda para traer una educación cualificada a tu familia.
Como tampoco lo es tener que viajar todo el tiempo.
Y es que a través del worldschooling se pueden poner en práctica muchas formas de transformar el mundo en la escuela. Aunque, como cualquier cosa en la vida, llevar la escuela detrás tiene sus ventajas e inconvenientes.
Vamos a ver lo más importante que debes tener en cuenta.

Lo ‘guay’ (y no tan ‘guay’) de que los niños aprendan viajando
Aunque el worldschooling aporte muchos beneficios a la familia, también tiene ciertos aspectos que se deben considerar antes de lanzarse de lleno.
(Recuerda que no vamos a entrar en detalle en el apartado legal).
Empecemos por lo que puede ser un impedimento para algunas familias:
- Atención al 100 % de los padres.
- Menos interacción social.
- Disminución del trabajo en grupo.
- Falta de control y seguimiento.
- Menos independencia.
- Dificultad de supervisión.
Y ahora tratemos la mejor parte, los beneficios que aporta educar en movimiento:
- Personaliza el método.
- Se adapta al ritmo familiar.
- Ayuda a una mentalidad más abierta.
- Cambia el contexto.
- Va más allá de las aulas y los libros.
- Refuerza el vínculo familiar.
- Elimina los desplazamientos.
- Aumenta la interacción.
- Incrementa la participación y la adaptabilidad.
Si estás leyendo esto desde la perspectiva de una mente escolarizada puede que te parezca extraño hacerte la idea de todo lo bueno que le puede aportar a tu hijo esta escuela alternativa.
Ya ves que enseñarse durante el viaje es posible.
Por eso es importante que valores en qué punto estás y hasta dónde te gustaría llegar, pues los objetivos no son imposibles de conseguir, pero sí requieren de esfuerzo y dedicación.
Es por ello que en el siguiente apartado queremos mostrarte lo más relevante para afianzar el buen funcionamiento de este método educativo.
Las 5 claves que garantizan el éxito de la mezcla de educación y aprendizaje para niños nómadas
Para que los niños consigan resultados mientras “hacen cole” con los padres, es recomendable seguir un plan que respete las necesidades de los menores.
Porque no se trata de sentarse delante del ordenador o de los cuadernos y que tú como padre o madre te pongas a explicar la lección como si fueses la señorita Rottenmeier.
Si crees que el worldschooling es esto, olvídate.
Para empezar con una educación viajera satisfactoria hay ciertas “normas” que debes conocer para que no tires (o tiréis) la toalla la primera semana de ruta.
Vamos a verlas.

1. Planifica y sigue una rutina
Dedicar unas horas al día al estudio, sea en interior o en exterior, ayuda a que no haga falta decirlo cada vez. Así se convierte en un hábito tal que lavarse los dientes o sentarse a comer.
2. Mucha constancia (y paciencia)
Esto es meramente importante para que se consiga cumplir con los objetivos y lograr buenos resultados en el aprendizaje de cualquier materia.
Estés donde estés.
Todos sabemos que los más peques son propensos a aburrirse fácilmente, por eso es esencial que se sientan con la máxima motivación posible.
Y esto es responsabilidad de los más mayores.
Así que, si te toca a ti, ármate de paciencia y busca las mejores formas de canalizar y reconducir las distracciones hacia momentos más productivos donde reine la concentración.
Probar con distintas modalidades y variar de vez en cuando puede ser de gran ayuda.
3. Pon unos horarios para utilizar los dispositivos electrónicos
Está más que comprobado que el uso prolongado de las pantallas generan estrés, insomnio y déficit de atención.
Aunque no significa que siempre sea así.
Las tecnologías que están al alcance de los niños también les aportan muchas cosas buenas, pues ayudan a desarrollar ciertas partes cognitivas que se activan con su buen uso.
A través de las tablets, los ordenadores y los smartphones los niños encuentran nuevos modos de jugar, investigar, crear, dar rienda suelta a la creatividad, etc.
Por tanto, lo ideal es encontrar el equilibrio.
Así pueden aprovecharse de los grandes avances del siglo XXI para una educación más interactiva, pero sin abusar y dentro de unos horarios que no alteren la calidad del descanso.
Y, por supuesto, siempre bajo la supervisión de un adulto.
4. Pónselo fácil
Si lo escondes todo, error.
Si cada vez que toca ponerse a pintar, dibujar, escribir o leer hay que desmontar media casa, error también.
Los niños deben tener sus cosas a mano para poder “emprender” cuando quieran y sientan que es el momento correcto.
De modo que es recomendable que coloques a su alcance todos los utensilios, materiales y herramientas que vayan a necesitar a menudo para que no tengan que ir rebuscando cuando quieran dejar volar su creatividad.
5. Asigna unos “roles”
A la mayoría de niños le encanta participar en las cosas cotidianas que hacen los mayores.
Es algo que les ayuda a fortalecer los lazos familiares, a prepararse para tener responsabilidades y a desarrollar competencias reales de la vida.
Además, hace que abandones el “rol” de profesor y seas quien le acompaña de la mano porque quieres aprender las mismas cosas.
Así se sienten como un miembro más que colabora y aporta cosas buenas.
Por ello es interesante que les permitas integrarse en las actividades que hagas como adulto (siempre que no sean peligrosas, por supuesto). Eso les sirve de enseñanza, pues están ayudando y aprendiendo al mismo tiempo.

Las 9 familias worldschoolers que inspiran a través de sus proyectos educativos alternativos
Ya te hemos dado una pequeña introducción en el mundo del worldschooling y lo que supone embaucarse en este método educativo más como un estilo de vida que como algo esporádico.
Sin embargo, igual te preguntas si existe alguien que lo esté practicando.
Pues sí.
Gran cantidad de familias de distintas partes del mundo que ya disfrutan de la educación alternativa como sistema de enseñanza para los más pequeños de la casa.
Nosotros queremos participar en la prueba social y que las conozcas de primera mano.
Por ello hemos nombrado algunos de los proyectos de familias worldschoolers que conocemos y que viajan por el mundo en furgoneta, en camión o incluso en autobús.
Te las presentamos:
- Los Mundo
- Caracoles Nómadas
- La Tribu Worldschooling
- Ligrones en ruta (que también tienen otro proyecto llamado Planeta Worldschool)
- Proyecto Meraki
- Familias en ruta
- The World Beyond Us
- El Vuelo de Apis
- Irabela’s
Detrás de estos proyectos hay personas que disfrutan de la experiencia de llevar su trabajo, su familia y su casa a cuestas.
Son familias con perspectiva de compartir con sus hijos una educación alternativa basada en unos valores menos conservadores en los que reinan la solidaridad, la diversidad, el impacto social y la aventura.
También puedes conocer a más familias viajeras en grupos de Facebook, como este de Worldschoolers.
Educar y aprender viajando es posible
Te hemos mostrado cómo las oportunidades pueden ser mejores o peores según para quién y qué situaciones.
Así ocurre con algunos padres y la educación de sus hijos.
Llevar a cabo la enseñanza durante un viaje puede que sea algo impensable para muchos, por razones que ya hemos tratado. En cambio, para otros el worldschooling es una gran oportunidad.
¿Y para ti?
Esperamos que tras leer este artículo se te hayan resuelto las dudas sobre lo que significa vivir esta experiencia única con los más peques de disfrutar del mundo como escuela.
Juntar la enseñanza con el viaje en familia supone la combinación perfecta para vivir en movimiento con la casa sobre ruedas.
¿Sientes que puedes unirte a enseñar a tus hijos con lo que está ahí fuera? ¿O prefieres una educación más conservadora?